Alfonso van der Horst, alumno de quinto año de la EATA, campeón nacional de equitación
Alfonso van der Horst tiene 17 años, cursó este año quinto año en la EATA, y obtuvo recientemente el título de campeón nacional en 1,10 en el torneo que se desarrolló entre los días 6 y 8 de diciembre en el Club Alemán de Equitación, en la ciudad de Buenos Aires, entre más de 60 participantes.
Dialogamos con él para poder contar como se preparó para obtener este premio, y como transitó su anteúltimo año de escuela con la exigencia que esta disciplina requiere.
Contanos Alfonso como fueron tus inicios en esta disciplina, a qué edad comenzaste, y como ha sido tu trayectoria en competencias y torneos.
Comencé cuando arranqué la primaria, a los 6 años, en la quinta de Hugo Goizueta, y desde el inicio conté con el apoyo de la familia Aizpurúa que son además amigos de mis padres. De hecho fue Víctor Aizpurúa quien me consiguió mi primera yegua, que es con la que logré ganar este último torneo. Estoy muy agradecido con él y toda su familia.
También recibí siempre ayuda de Cruz Aizpurúa, que ella también salta y siempre conté también con su apoyo. Ahora mismo tengo caballos de su cría.
A los nueve, diez años ya empecé a competir, viajando a Bahía Blanca principalmente donde competí la mayoría del tiempo. Este año cambié de entrenador y empecé a viajar más a Buenos Aires donde pude conocer un montón de lugares. Siento que estoy evolucionando, ampliar el ámbito de competencia realmente fue un cambio importante este año. Empecé a viajar mucho más, este año estuve en el predio de La Dolfina, en el Jockey de Rosario, entre muchísimos otros. En ciudad de Buenos Aires era la primera vez que competía en el Club Alemán.
¿Cómo combinaste este año tus obligaciones en la escuela y la demanda de tiempo que te implicó la preparación para este torneo?
La verdad es que tuve mucho apoyo de la escuela, sino no podría cumplir con mis horas de entrenamiento. Si estoy en Tres Arroyos curso hasta las tres y diez de la tarde, y de ahí me voy a entrenar.
Y también cuando viajo y tengo que ausentarme algunos días.
Contanos como es un día de entrenamiento.
Durante el año combino la escuela con el entrenamiento, asique entreno más o menos tres horas por día de lunes a sábados. En invierno es más complicado porque enseguida se hace de noche.
Para poder estar a este nivel de competencia se necesita mucho entrenamiento físico y mucha “cabeza” como se dice. ¿Qué habilidades consideras que son necesarias a este nivel en este tipo de disciplinas, y qué herramientas te ha aportado la escuela?
La equitación es un deporte en el que necesitas mucha fuerza mental. Es una disciplina que te ayuda mucho en la templanza, porque vos te preparas y entrenas un montón pero en la pista estas un minuto, un minuto y medio, y si vos te desconcentras un segundo podes cometer un error y ya no ganas. No hay que tomar eso como una derrota, hay que seguir adelante, y hay que trabajar mucho la parte mental también.
Este deporte es un binomio en la cancha, estas vos con el caballo, pero atrás hay un equipo, mi entrenador, mi petisero, mi familia, sobre todo mi papá que me acompaña en todos los viajes.
¿Qué tan importante es el apoyo y el acompañamiento de tu familia?
Es súper importante, la verdad es que tengo el apoyo de toda mi familia, pero el que me acompaña siempre es mi papá. Mi mamá y mis hermanos a veces también vienen, pero el que siempre está cuando viajo es mi papá. Mi hermana me acompañaba mucho porque ella también saltaba pero ahora ya este año no salta más.
Y finalmente ¿Cómo te ves en un futuro no muy lejano en relación a tu vida profesional?
Tengo por delante un camino larguísimo, este es un deporte muy longevo y tengo aún muchísimo por aprender
Este año conocí a un argentino que vive en Alemania, cerca de Hamburgo, tiene allá su quinta, y me ofreció ir a entrenar. Tengo ganas de hacerlo pero antes quiero terminar la escuela.
Ahora en enero voy a descansar, y darle descanso a los caballos, y retomaré en febrero. La verdad fue un año largo, de muchos viajes, y los caballos también necesitan descansar porque sino pueden lastimarse.
El año que viene tengo pensado continuar compitiendo, terminar el colegio, y ahí sí tal vez el otro año viajar a Alemania a seguir preparándome, más allá de que también quiero estudiar una carrera cuando termine la escuela.
Esta propuesta que te comentaba de irme significaría mucho aprendizaje para mí, porque además de entrenar aprendes muchísimas cosas más sobre distintos aspectos que tienen que ver con esta disciplina. Ser jinete profesional no es sólo subirte al caballo y saltar, tenes que saber sobre los caballos, como están, como cuidarlos, hay toda una disciplina que hay que cumplir atrás.
Como te dije antes tengo mucho camino por delante en este deporte.
