Encuentro virtual “Las habilidades del futuro desde la perspectiva de las neurociencias”
El día de ayer 19 de octubre tuvo lugar el encuentro virtual “Las habilidades del futuro desde la perspectiva de las neurociencias” a cargo de la Lic. en psicología Dra. Teresa Torralva, quien es además Doctora en Medicina especializada en Neurociencias de la Universidad Favaloro, e investigadora y Directora del Departamento de Neuropsicología y Rehabilitación Cognitiva de la Fundación INECO.
La charla fue convocada por la EATA en el marco del proyecto Alfredo Hirsch, que es financiado por los hermanos Claudia Caraballo de Quentin y Octavio Caraballo, y coordinado por Patricio Ferrario, y cuyo objetivo es mejorar la calidad educativa agropecuaria de nivel medio utilizando diferentes herramientas.
Durante una hora la temática se centró en conocer cuáles son las habilidades del futuro, y cómo desarrollar y potenciar las mismas desde los ámbitos educativos, en un contexto actual y futuro incierto, cambiante, ambiguo, desafiante, no lineal y complejo.
Partiendo de la base de que nuestro cerebro, y principalmente el de los niños y adolescentes, está preparado y tiene la capacidad de adaptarse a los cambios (a esto se lo llama neuroplasticidad), uno de los ejes de la charla fue plantear la necesidad de desarrollar esta habilidad en los jóvenes. “La capacidad de adaptarse a los cambios con agilidad y rapidez para resolver problemas tiene que ver con la inteligencia”, mencionó Torralva.
Y este concepto está directamente relacionado con la idea de “La angustia de los robots”, entendiendo a ésta como el miedo que nos provoca a los seres humanos cada vez más el hecho de poder ser suplantados en nuestras tareas laborales por una máquina. Y justamente las habilidades en las que los seres humanos somos buenos y los robots no, son aquellas sobre las que hay que trabajar con los alumnos, para prepararlos para un futuro donde la robótica y la programación ya están reemplazando los trabajos sistemáticos que se desarrollan en los ámbitos laborales.
Estas son las llamadas habilidades blandas, como el liderazgo, la autogestión, el orden, la disciplina, el trabajo en equipo, el pensamiento creativo, crítico y analítico, la empatía, la innovación, la abstracción, el desarrollo de las emociones, el manejo de la incertidumbre, entre otras. Ellas son las que nos ayudan a adaptarnos mejor a los cambios y de manera más rápida.
Otro de los conceptos interesantes que se abordó en el encuentro fue la necesidad de generar un “aprendizaje continuo” en estas habilidades blandas, poniendo especial énfasis en la práctica y la repetición como técnicas para un aprendizaje consolidado.
Para finalizar, se abordó la importancia del estado de bienestar en nuestros cerebros, que es donde se asientan estas habilidades del futuro. De aquí la necesidad de potenciar el bienestar mental en las escuelas, a través de prácticas que desarrollen esa sensación, como la gratitud, el altruismo, la meditación, la extraversión, el optimismo, y las relaciones con el otro.
Con una importante convocatoria de más de 120 docentes y directores de diferentes partes del país, esta interesante disertación culminó con un espacio para preguntas, dejando abierta la oportunidad para un nuevo encuentro.
